El hombre siempre ha usado pintura, figuras, dibujos, esculturas, etc., para darse a entender o explicar algo. Estos medios sirven para ayudarnos a visualizar lo invisible; para explicar lo que no se puede explicar con palabras.
Al mirar una pintura religiosa debemos tener presente:
la PALABRA que lo inspira y lo evangeliza,
la IMAGEN que visibiliza la palabra bíblica y lleva a los ojos lo que la palabra transmite al oído,
la ORACIÓN, plegaria litúrgica en la
que resuena la voz la comunidad en un mismo Espíritu.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
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